México libra la recesión técnica al registrar crecimiento de 0.2% en el primer trimestre de 2025

Según la estimación oportuna del PIB de México, en el primer trimestre de 2025 la economía mexicana habría crecido 0.2% en términos reales en comparación con el trimestre inmediato anterior, cuando el PIB se contrajo 0.6 por ciento.

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La economía mexicana logró esquivar la recesión técnica en el primer trimestre de 2025, con un modesto pero relevante crecimiento del 0.2% frente al trimestre previo, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) se había contraído un 0.6%. Este resultado, aunque leve, superó las expectativas del mercado, que preveían un crecimiento plano, de acuerdo con datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El principal motor de este avance fue el notable incremento del 8.1% en las actividades primarias, especialmente en sectores como la agricultura, ganadería, pesca y aprovechamiento forestal, lo que refleja la resiliencia del campo mexicano ante los desafíos económicos. Sin embargo, no todos los sectores mostraron la misma dinámica: la industria tuvo un retroceso del 0.3%, y el sector servicios, que representa una porción importante del PIB, se mantuvo prácticamente sin cambios.

A tasa anual, el PIB creció un 0.6%, lo que indica una recuperación lenta, pero con señales de estabilidad tras meses de incertidumbre. No obstante, este crecimiento se da en un contexto complicado. Persisten varios riesgos externos e internos que podrían limitar el dinamismo económico en los próximos meses. Entre ellos destacan los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos, la caída del consumo interno y la reducción de la inversión, así como los efectos de las políticas migratorias estadounidenses, que han derivado en la deportación de trabajadores mexicanos que antes contribuían con remesas y actividad económica.

En este entorno, diversas agencias como Moody’s mantienen una perspectiva cautelosa: proyectan una contracción del 0.3% del PIB para 2025. El Fondo Monetario Internacional, por su parte, también ha reducido su previsión de crecimiento, bajando su expectativa de 1.4% a cifras más conservadoras.

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Este pequeño respiro en el crecimiento económico de México es una buena señal, pero no debe interpretarse como una victoria definitiva. El país enfrenta retos estructurales y coyunturales que requieren atención inmediata y políticas claras para fomentar la inversión, fortalecer la confianza empresarial y diversificar las fuentes de crecimiento. La clave estará en transformar este rebote inicial en una tendencia sostenida, y eso solo se logrará con estabilidad política, apertura comercial inteligente y fortalecimiento de los sectores estratégicos.

Fernando Gómez Ruiz

30/04/2025